28th March 2015
La historia de los Buffet la he podido vivir muy de cerca desde hace bastantes años y no solo a través de mis viajes, sino también por haber tenido la oportunidad de trabajar en un hotel durante muchos años. A pesar de no haber estado directamente inmersa en el departamento de restauración si que he podido ver la cantidad de comida que se prepara diariamente para satisfacer las exigencias de los clientes. Quiero autoanalizarme sobre la reacción que me produce acercarme a los Buffet cada vez que me alojo en un hotel. ¡Madre mía cuanta comida!
Durante mi último viaje a Kerala tuve la suerte de ser invitada a dormir en más de diez hoteles, y la mayoría deauténtico lujo como el Hotel Zurí. En cada uno de ellos lo máximo que pasé fueron dos noches y a decir verdad no me puedo quejar en absoluto, sino todo lo contrario. Hay varias cosas que siempre me he preguntado cada vez que llega la hora de comer en los Buffet de los hoteles, ¿es necesaria tanta variedad de comida? y ¿que como?.
Ahora que ya llevo unos días en casa, de regreso de mi super viaje y he vuelto como la mayoría de los mortales a comprar y preparar mi propia comida, esas reflexiones me vuelven a rondar por la cabeza y se me viene a la mente el recuerdo de la esa misma situación que sucedía en todas las comidas mientras estuve de viaje,los Buffet de los hoteles son interminables.
He de confesar que mis desayunos diarios son bien sencillos, sanos y económicos, vamos, me imagino que como cualquier ser humano sea de donde sea. En mi caso el desayuno ideal está compuesto por dos tostadas a poder ser de pan normal, no de sandwich, un buen chorrito de aceite de oliva virgen, unas lonchas de jamón cocido o serrano y un café con leche, ahhh y algún día que otro también hago un extra e incluyo un huevo pasado por agua que me encantan!
Dicho esto, no entiendo porque cada vez que estoy plantada delante de un Buffet, me invade la glotonería y empiezo a llenarme los platos como si no fuera a comer nada más en todo el resto del día. En ese momento, he de ser sincera, no me paro a pensar en nada, solo tengo ojos para la comida, aunque una cosa si es cierta, termino comiéndome todo lo que llena mis platos, nunca tiro nada, ya tiene que ser algo que realmente esté incomible o que simplemente no me pueda tragar.
Pasados esos momentos de desasosiego alimentario, empieza en mi cabeza a dar vueltas la misma pregunta¿por qué?..
¿Por qué empiezo el desayuno llenándome un plato de fruta cuando yo nunca desayuno fruta?
¿Por qué me saturo el pan con lonchas y lonchas de varios tipos de embutido?
¿Por qué acompaño el café con leche con un surtido de bollos tipo croissant, magdalenas etc…?
¿Por qué además del café también me zampo un zumo de fruta?
¿Por qué detrás del café con leche remato la faena con un yogur?
Ese por qué?, no encuentra una respuesta coherente. He hablado con amigos viajeros de este tema y si algo he sacado en claro es que a casi todo el mundo le sucede lo mismo, el afán de comer y comer hasta quedar exhausto de la comida del Buffet. En un hotel, en un crucero, en un Buffet de la calle, un Buffet Chino, Japonés, vegetariano, un Buffet solo de carne, un Buffet de pescados y mariscos, da igual, la cuestión es comer.
Llegado a este punto, me toca poner en práctica algo que en nuestro país sabemos hacer muy bien a parte de comer y es recitar nuestro refranero, aquí van unos ejemplos;
¡Aquí como el pobre, a reventar antes de que sobre!
¡Beber y comer, son cosas que hay que hacer!
¡Come y bebe que la vida es breve!
¡Con la barriga vacía ninguno muestra alegría!
¡Más vale ir bien comido que bien vestido!
Si a ti te sucede lo mismo que a mi, te invito a que dejes un comentario para saber tu opinión. En fin, espero algún día poder entender el por qué de este comportamiento ante un Buffet.