Hotel Coconut Lagoon Kumarakom , el verdadero lujo eco-sustentable

26th May 2014

Coconut Lagoon Resort Kumarakom, Kerala, India

Cuando uno busca hoteles de lujo generalmente la palabra eco-sustentable no viene dentro de la descripción y características de la propiedad, y si acaso lo mencionan, muchos de ellos en realidad no están más que haciendo un par de cosas que no son del todo relevantes y que por ello se presumen eco-sustentables. Por otro lado, cuando uno piensa en un hotel eco-sustentable jamás imagina el lujo como parte de la experiencia. En el Hotel Coconut Lagoon las cosas son diferentes y llevan a cabo lo que prometen, lujo y eco-sustentabilidad por todos los rincones de la propiedad.

El Hotel Coconut Lagoon pertenece a la cadena de hoteles CGH Earth que tiene como valores y fundamentos: la sustentabilidad y cuidado del medio ambiente donde se ubican sus propiedades, inclusión y beneficios a las comunidades alrededor de las mismas, respeto y cuidado de las tradiciones de las culturas del lugar, y ninguno de estos estatutos son negociables, por lo que deben seguirse con todo rigor en todas sus hoteles.

Será por estas bases tan sólidas, que la espiritualidad y respeto del medio ambiente son parte de la experiencia, desde que uno toma la lancha o barco para accesar al hotel, se va introduciendo a la atmosfera que envuelve y cobija al Hotel Coconut Lagoon, sin darse cuenta, uno va sintiendo como los músculos cansados de un largo viaje se van relajando, mientras las suaves aguas de lasbackwaters de Kumarakom nos transportan al paraíso al que estamos a punto de adentrarnos.

Coconut Lagoon Resort Kumarakom, Kerala, India

Acompañada de algunos de mis nuevos amigos del Keralablogexpress, en un silencio que provocaba el ir admirando el paisaje y el atardecer que se preparaba para su culminación, llegamos al canal que nos llevaría hasta el lobby, hasta este espacio que me dejaría mucho más que una buena experiencia en un hotel de lujo, sin imaginármelo nunca, me esperaba un encuentro con un hombre que me dejo como recuerdo una platica que afortunadamente quedo grabada en mi celular y muchos libros por leer, y que gracias a ellos, sigo volando en la imaginación hasta Keralacada día que abro una de sus páginas.

Como en muchos otros de los hoteles que visité durante mi viaje en Kerala, India, ahí estaban las bellas anfitrionas lugareñas que nos recibían con flores, música y poniéndonos el pottu (tilak obindi, que significa punto) para protegernos, para invitarnos a la meditación y favorece el aquietamiento de la mente, que ya iba bastante quieta nada mas ver las maravillas del lugar. En elHotel Coconut Lagoon, como en el resto de las propiedades de CGH Earth de las que les iré contando, el servicio es impecable y su personal mas que servil, es muy atento, cuidadoso y preocupado por hacernos sentir bienvenidos y felices cada instante que uno vive en sus hoteles.

Todo aquí es distinto a lo que uno pudiera haber visto en otro hotel, comenzando por el lobby, ya que uno desembarca directo al área de recepción y no en un muelle separado que nos obliga a caminar hasta el mismo, no había dado dos pasos y ya nos estaban consintiendo con toallas húmedas para refrescarnos y deliciosas bebidas, y antes de terminar de dejar la toalla nuestras llaves estaban listas para ir directo a nuestras habitaciones.

Coconut Lagoon Resort Kumarakom, Kerala, India

Aquí por supuesto, no hay edificios, la arquitectura como lo marcan los valores y fundamentos deCGH Earth, debe integrarse al hábitat, por ello las habitaciones las conforman un conjunto de hermosas cabañas distribuidas por todo el terreno donde se ubica el Hotel Coconut Lagoon, de distintas proporciones y con vistas tan variadas como la misma villa de Kumarakom y las pequeñas islas alrededor del lago Vembanad en la región de Kuttanad, y tan variadas como las especies que habitan el Santuario de Aves de Kumarakon que esta a muy poca distancia del hotel. No podría decir cual hubiera preferido a la mía, porque para donde volteara había algo que al abrir de las cortinas y la puerta para descansar en sus pequeños porches, no encelaría al vecino de junto o de un poco más lejos, porque para donde uno mire, hay algo estupendo que admirar.

El encanto de sus habitaciones es parte del lujo que uno puede disfrutar en el Hotel Coconut Lagoon, espaciosas, con muebles de finas y obscuras maderas, ropa de cama de delicado algodón de más de 300 hilos, toallas suaves y esponjadas en el baño a cielo abierto para sentirnos aun mas cerca de la naturaleza, con todo lo que uno pudiera necesitar, y si aun faltara algo más, no tenemos más que levantar el teléfono y pedirlo, en un santiamén estarán ahí con lo que hayamos solicitado. Todas las cabañas tienen una pequeña terraza con un sillón para sentarse y relajarse con el sonido que el bosque tropical y sus habitantes emiten desde el amanecer hasta el anochecer, pero sin perturbarnos, un respeto reciproco y cordial, por ello no esperen tener visitantes inoportunos que puedan hacerlos sentir incomodos.

Coconut Lagoon Resort Kumarakom, Kerala, India

Recuerdo que por las mañanas sin ganas de querer salir de esa cómoda cama, me levantaba y me preparaba un té o solicitaba un servicio de café recién hecho que acompañaban con rico pan dulce en unas lindas charolas que dejaban al pie de mi cama, lo que provocaba que fuera aún mas difícil querer salir de ella. Pero me lo tomaba con calma, y con la misma salía a la terraza para sentir la suave brisa de la mañana mientras sorbo a sorbo me dejaba embelesar por los colores que saltaban de las plantas aun con rocío sobre ellas y el vuelo bajo de las aves que por ahí pasaban.  Y por las tardes, el mismo ritual, con el cual uno logra salir de esa rutina que te hace olvidar lo increíble que puede ser el mundo y cuanto podemos llegar a dañarlo al dejarnos llevar por las rutinas que nos atrapan en las grandes ciudades.

Uno de los atractivos del Hotel Coconut Lagoon, es poder visitar la Villa de Kumarakom y convivir con sus pobladores, por la parte trasera del hotel esta la puerta que nos da la bienvenida al Keraladel día a día, sin maquillajes, sin poses ni actuaciones para turistas, sonrisas aquí, sonrisas allá, saludos en idiomas que se traducen a través de las señales de manos que se agitan a nuestro paso, más sonrisas y mas saludos con manos, y puertas abiertas, aunque el Gerente del hotel ya me había dicho que era algo a lo que debía poner atención y que si me animaba tocara la puerta y compartiera el desayuno con la familia que a mi suerte buscara, la verdad es que uno no esta acostumbrado a andarse metiendo en casas ajenas así nada más, lo que me hizo pensar que triste es la forma en la que, a pesar de la tecnología de la que presumimos tener acceso, nos volvemos cada vez más temerosos y ermitaños y hemos perdido la espontaneidad que en muchas poblaciones alejadas de las grandes urbes, aun conservan, debo confesar que después de haberme ido de ahí sentí pena de mi misma por haberme perdido algo que pudo haber sido una experiencia incomparable e irrepetible, pero ello me hace tener un motivo más para regresar y cumplir con esa invitación que yo misma me negué a recibir.

Vista del interior de una casa en la Villa de Kumarakom, India

Aun así ,puedo decir que disfrute como en pocos lugares, el ver a los niños riendo, corriendo, bañándose en el rio, a mujeres y hombres pescando con sencillas cañas su desayuno o almuerzo, el caminar pausado y tranquilo de quienes iba o venían en la calle de tierra por la que transitábamos a pie o en bicicleta. Mi cámara y la de mi querida Eviña, no dejaba de abrir y cerrar el obturador obsesionadas en querer capturar cuanta imagen se ponían frente a nosotros, como queriéndonos robar y llevar con nosotros un pedacito de la Villa de Kumarakom hasta nuestras casas.

Algo que llamo mucho mi atención en esta y otras propiedades de CGH Earth, fue los letreros y señales que colocan estratégicamente invitándonos a cuidar el agua, la luz, poner la basura en su lugar, y el mismo entorno, en el Hotel Coconut Lagoon, había letreros en el baño que nos indicaban cuanta cantidad de agua podíamos ahorrar al usar un vaso para lavarnos los dientes o al pedir que no lavaran diario las sabanas o las toallas durante nuestra estancia. El sistema de enchufes que manejan en todo India para ahorrar luz es algo que deberíamos aplicar en México y el resto del mundo, con interruptores que cortan el suministro de corriente por cada enchufe evita que haya un gasto de energía innecesario. Todas sus amenidades con shampoo, acondicionador y crema son rellenables, pequeñas vasijas de barro con tapitas que al final también podemos traer de recuerdo a casa, para que no olvidemos que desde nuestros lugares de origen, debemos seguir cuidando el medio ambiente.

Coconut Lagoon Resort Kumarakom, Kerala, India

Toda el agua que se utiliza para el riego viene del mismo río que termina filtrándose de nuevo para llegar a su cause, aquí nada se desperdicia y sus sistemas para hacer circular el agua de los canales internos evita que haya problemas por agua estancada, a pesar de estar rodeado de jardines y agua, fue el lugar donde menos me molestaron los moscos, será que ellos también son respetuosos como el resto del Hotel Coconut Lagoon.

Su Spa fue de los mejores que pude gozar, con una de las mejores vistas que he tenido en un spa en todo el mundo, sus cabinas no tienen vidrios en las ventanas, así, mientras recibimos un relajante y muy necesario tratamiento de ayurveda, nuestra vista recibe el tratamiento de ver hermosos paisajes a través de las ventanas de cada una de las cabinas, la música que se combinaba con el canto de las aves del cercano Santuario y los alrededores junto con el resto de la fauna que por ahí ronda, es simplemente inolvidable, porque si bien en los grandes resorts del mundo tienen música muy linda y expertos que pueden darnos masajes con técnicas de cualquier parte del mundo, el tener el sonido original de la naturaleza con música del lugar de origen es invaluable, por mas que los graben nada será igual al sonido original, ¿no les parece?

Coconut Lagoon Resort Kumarakom, Kerala, India

La gastronomía es parte importante del hotel y para ello tienen asignadas varias áreas para su disfrute, dos bares, uno de ellos al aire libre en los jardines que de noche coloca unas pocas mesas donde con suave música en vivo de artistas locales deleitan y amenizan a los comensales, con un ambiente mas bien romántico, y que por unos instantes hasta sentí un poco de envidia por esas parejas ahí tan enamoradas y yo durmiendo sola, pero bueno, me sentí feliz de saber que tampoco estaba del todo sola y me había tocado la suerte de compartir este hotel con amigos tan lindos como Eviña, Justin, Ola, Shawn entre algunos otros del grupo de Keralablogexpress, y nos dispusimos a disfrutar la cena en el restaurante principal después de haber hecho un par de brindis en la barra junto con Anil Kumar, Gerente General del Hotel quien se unió a nosotros y haría de mi visita algo inolvidable.

Una charla que tiene como duración dos horas en mi celular y que se prolongo otras dos ya off the record como dicen los periodistas, en la que nos compartió la historia de la India, sus costumbres, el porque de muchas de las tradiciones que aun se conservan en este enigmático país. Si no hubiera tenido que continuar con un plan muy estricto del viaje, me habría quedado ahí para seguir grabándolo y como un alumno que tiene al maestro enfrente, aprender mucho más, y particularmente de Kerala.

Niños de la Villa de Kumarakom, India

Nunca es suficiente, en especial cuando se vive y disfruta un lugar como el Hotel Coconut Lagoon Kumarakom en Kerala, India, porque hay cosas que se viven ahí que no tienen precio, que no hay dinero suficiente para comprar y guardar protegidas por un capelo. El Hotel Coconut Lagoon se vino conmigo hasta México y espero pronto regresar por un trocito más de este fantástico lugar.

 

 

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