4th December 2017
Debo admitir que no conocía nada del estado de Kerala antes de visitarlo. Sabía algunas cosas de India pero nada de Kerala. No suelo hacer mucha investigación antes de visitar un lugar por primera vez porque me gusta sorprenderme y seguir las recomendaciones de los locales o de los viajeros que están explorando el lugar.
Como el Kerala Blog Express era un viaje muy particular y todo estaba armado, no me preocupé en hacer nada de research. Me dejé llevar.
El viaje fue una montaña rusa de emociones junto con otros 28 bloggers de 27 países distintos donde exploramos casi todo el territorio de Kerala y corrimos de un lado a otro sin parar.
Además de visitar muchos lugares y hoteles en pocos días, hicimos algunas actividades muy interesantes y que les recomiendo a todo el que viaje a Kerala.
Kerala significa coco en malayalam (el idioma local). Hay cocos por todos lados y fue así que un cada hotel en el que nos alojamos, nos recibieron con un coco fresco recién cortado. Debo ser honesto y decir que al décimo día ya estaba bastante cansado de tomar agua de coco pero hay que respetar las costumbres. Tampoco me podía quejar.
El señor de la foto nos explicó una por una las especias que tenía en el jardín de su casa. En Kerala las especias son tema serio. Kerala era parte de la antigua Ruta de las Especias y se lo puede evidenciar en su comida tradicional. Nunca les va a faltar sabor a lo que coman en esta región del mundo.
A veces puede ser un poco mucho pero es cuestión de costumbre.
Ver cómo crecían en un ambiente natural plantas que nunca habíamos visto más que en una comida o en un supermercado, fue muy interesante.
Un fuerte muy emblemático de casi 400 años de antigüedad en la costa norte de Kerala. Es su momento se construyó para defender la zona pero hoy en día funciona como una atracción turística y todo está muy bien conservado. Cuando fuimos todo estaba muy verde y era muy bonito el contraste con el color rojizo del fuerte.
De esta actividad no tengo foto porque no tuve tiempo de hacerla. Nuestro viaje fue una locura, a las corridas de un lugar a otro y no paramos un segundo.
Los masajes ayurvédicos son característicos de esta región de la India y todos los hoteles en los que nos alojamos lo ofrecían. Analú se hizo en una oportunidad y le pareció muy bueno (y eso que ella es experta en masajes).
Tuvimos varias oportunidades para ver shows de baile y danzas locales pero el mejor momento fue cuando pudimos ser parte de este ritual de percusión. Yo no tengo oído para nada pero después de unos minutos, le agarré el ritmo y pude tocar a la par de lo muchachos.
No le tenía mucha fe a la actividad y terminó siendo una de las más divertidas de todo el viaje.
No es el Caribe pero las playas son muy buenas. El único problema es que el mar es muy movido. Tiene ola bastante grandes y no es para cualquiera, es un poco peligroso si no saben nadar bien.
Una danza típica de Kerala donde se cuentas historias y leyendas locales a través de algunos movimientos con el cuerpo, pero sobre todo con gestos con las manos y más que nada con movimientos faciales muy locos.
La vestimenta y sobre todo la pintura facial son muy locas como pueden ver en la foto.
Por momentos el personaje principal está quieto y su cara se mueve para todos lados con una intensidad asombrosa. Parece fácil pero sus músculos faciales están muy entrenados. Después de unos segundos de imitarlo, terminé agotado.
Es un espectáculo muy interesante y distinto aunque para mi gusto, suele durar demasiado.
Había tomado trenes nocturnos en Ucrania y Rusia el año anterior y la verdad es que la experiencia no fue tan distinta. Es más, creo que mis experiencias en los países que formaban la Unión Soviética fueron más extremas porque estaba solo y no tenía aire acondicionado.
En Kerala eramos 30 personas y si bien fuimos en tercera clase y había 8 camas por compartimiento y no había puertas, teníamos aire acondicionado que marca una diferencia enorme.
En la foto se la ve a Lívia Aguiar (Brasil), feliz en su cama antes de ir a dormir. Ella estaba en el tercer nivel, al frente mío. Tan arriba que estábamos cerca del techo.
Llegamos cuando estaba oscureciendo y no tuvimos mucho tiempo para vivir esta experiencia pero fue increíble de todas maneras. Fue una primera vez para mí. Cuando vi que nos subimos 5 bloggers más el “conductor” de la balsa creí que los bambús no iban a aguantar.
Por más que las maderas eran enormes, no le tenía mucha confianza. De hecho se hundía un poco y nos podíamos mojar los pies, pero eso lo hacía más interesante.
Fue una experiencia muy interesante. Me hizo acordar mucho a mi viaje por Irán donde comí en el piso y con la mano muchas veces en las casas de familias que nos alojaban. En ese caso era sobre alfombras persas, en Kerala lo hicimos sobre hojas de plátano.
Yo hizo gala de mi “experiencia” pero a Analú se le complicó.
En este lugar me sentí como en un documental de National Geographic. El paisaje era alucinante. La paz que se sentía al navegar por las aguas del lago era increíble.
La diversidad de la flora y fauna del lugar es espectacular. Cientos de plantas y cientos de razas animales (mamíferos, aves, reptiles, etc). Tigres hay muy pocos y es muy difícil verlos. También hay varios elefantes pero no tuvimos chance de ver ninguno.
Además, cuando terminamos nuestro recorrido, nos contaron cómo hacían para proteger a los animales. Fue un contraste interesante con las imágenes nefastas de gente montando elefantes que habíamos visto el día anterior.
Había visto muchas fotos increíbles de plantaciones de té pero debo admitir que la mayoría eran de Indonesia o China. No tenía idea que en Kerala había paisajes tan increíbles como el de la foto. Era para quedarse todo el día ahí, simplemente contemplando el paisaje.
Mi actividad preferida en Kerala. Si bien los Backwaters de Kerala son similares al Delta del Tigre en Buenos Aires, fue algo que me sorprendió gratamente. No solo porque dormimos en un houseboat de lujo total sino porque el paisaje era increíble.
Con Analú nos asignaron el barco más lujoso de todos. Teníamos todo el bote para nosotros. Para que se den una idea, los otros era de lujo y tenían 3 habitaciones. El nuestro tenía solo una y 3 personas de tripulación al servicio de nosotros dos. Ya era demasiado.
La habitación era enorme y el baño del tamaño de un departamento.
Anduvimos en el barco un día entero explorando los distintos canales. Una experiencia inolvidable.
Espero que les sirva y si todavía están dudando en ir a Kerala, háganme caso y vayan. No se van a arrepentir. Es la entrada perfecta a un país muy intenso y diferente.
Kerala les va a permitir tener una transición más “ordenada”.
11 (+2) mejores hoteles de Kerala
Si no han ido a Kerala todavía, cuál/es de todas estas actividades les gustaría hacer?
Y si ya fueron, cuál les gustó más?