Thekkady, el paraíso de las especias

5th May 2014

Kerala, India es de esos lugares que merecen nos preparemos no solo con lo que vayamos a necesitar en la maleta, también que conozcamos sobre su historia, sus costumbres y cultura, vamos, que uno no puede esperar llegar y querer aprender todo del maestro o guía de turistas que nos acompaña, el ir a una tierra tan lejana requiere que abramos varios libros o páginas en internet, para, al llegar allá, entender mucho mejor lo que se vive.

A mi me mueven muchas cosas cuando decido viajar a un lugar, pero particularmente el tema de lagastronomía, me encanta explorar aromas y sabores de otras tierras, las fusiones que su cocina ha tenido y los ingredientes y recetas más tradicionales que aun conservan, y claro, el encontrar que nuestro jitomate, chile o vainilla han conquistado los paladares de pobladores a miles de kilómetros de distancia de mi México, y Kerala es un claro ejemplo de ello.

Cuando leía sobre Kerala, halle que era la tierra que vio nacer a la pimienta negra, el cardamomo y muchas otras especias que hoy forman parte fundamental en la preparación de muchos de los platillos de la cocina mexicana, y también ahí están los plantíos de té mas importantes de India. Encontré muchísimas fotografías, pero nada se comparó al hecho de ver de cerca, tocar, oler, probar, estaba por descubrir el paraíso de las especias.

Nunca hago caso a los encargos, y a menos que sea algo realmente extraordinario, ya no traigo nada en las maletas, andar cargando o arrastrando peso extra ya no es lo mío, pero esta era una excepción, tenia la amenaza de que no me recibirían de regreso en casa a menos que trajera unos cuantos kilos de muchas de ellas, la lista era larga y muy especifica, bueno, al fin de cuentas yo también disfrutaría de lo que se prepararía con todo ese cargamento. Aún así, seguía sin imaginar lo que seria eso, confieso me volví loca, ya lo verán.

Para conocer bien Kerala hay que aguantar varias horas en carretera, entre un punto y otro hay mucha distancia, el premio esta en las vistas, paisajes que quitan el aliento, a veces se dormita, pero la mayor parte del tiempo uno abre muy bien los ojos porque no quiere perderse de nada. Nos íbamos adentrando a las Western Ghats, esas que albergaron al hermoso tigre de bengala de los que quedan tan pocos, ellos también formaban parte de las sorpresas que esperábamos.

Para llegar a Thekkady hay que tomar el camino que conduce desde Allepey por las montañas de las Western Ghats, la recompensa de las largas horas en autobús fueron llegar a un hotel encantador llamado Spice Village de la cadena CGH Earth, propietaria de hotel Coconut Lagoondel cual ya les platique anteriormente. De nuevo el tema ecológico esta muy presente y nos lo recuerdan constantemente con señales y amenidades sobre el cuidado al medio ambiente que debemos aplicar no solo en estos espacios, también en casa. Pequeñas cabañas ubicadas entre los jardines y colinas que se forman del terreno donde se encuentra localizado este hotel, plantas y hierbas aromáticas adornan el suelo y caminos que nos conducen hasta cada una, gallinitas de güinea con sus cantos tan característicos y uno que otro mono que salta de un árbol a otro recordándonos que estamos en sus territorios. En el lobby nos reciben con té que hacen con hojas frescas, ahí las tienen por doquier, las bolsitas no existen, más natural no puede ser, yo me decido por uno de menta y cardamomo, como queriendo preparar mi paladar para lo que estoy por conocer ese mismo día.

Una muy amplia y bien iluminada habitación es mi refugio por dos noches que hubiera dado todo por poder extender, los muebles de madera clara combinan con las telas de algodón y alegres colores de las que están hechas las cortinas, cubre camas y almohadones de la sala, todo es tan armonioso y genera paz, desde mi ventana veo árboles y más plantas y llega el sonido de los habitantes del bosque tropical. Además de recorrer mi habitación me encanta abrir casi antes que nada el baño, siempre descubro que tanto tienen de sorpresas para los huéspedes y en especial hoteles eco sustentables que de verdad llevan a cabo su misión, Spice Village no fue la excepción, nuevamente pequeños jarritos de barro rellenables con crema, shampoo, acondicionador, frescos y aromáticos jabones y un detalle nuevo, dos barras de inja, un jabón – zacate, por nombrarlo de una manera, hecho a base de unas hierbas secas envueltas que prometen ayudar a la piel contra muchas enfermedades, incluyendo el cáncer, tesoros de la cultura india que siguen siendo parte de sus tradiciones y nos los comparten.

Hambrientos por el largo viaje nos disponemos a descubrir nuevos sabores y platillos ahora desde la tierra de la especias, un coctel de jugo de manzana cranberries y miel para comenzar, sopa de calabaza y pepino deliciosa y un pollo a la parrilla con salsa de hierbas y ensalada de snake gourd, una planta verde larga que tiene un sabor parecido a la calabaza. Yo agradezco el pequeño espacio de unas horas para poder ir a mi habitación y sentarme a relajarme en la terraza con una taza de té ahora de hierbabuena y menta, algo mágico tiene el susurro del aire pasando por entre las ramas y las hojas de los altos árboles, es como una suave melodía que solo la naturaleza puede construir y nos va llenando de calma, aflojando cada musculo sin siquiera tener que tocarnos. Respiro tan hondo como me es posible, ese aire puro que limpia mi sistema respiratorio y hasta mi cerebro, un par de horas que parecieron solo segundos, pero así es el tiempo cuando uno se encuentra tan a gusto.

La excitación de llegar a los plantíos de especias me motivaba a pararme de esa terraza para conocer de cerca el lugar que vio nacer a ese pequeño ingrediente que tanto sabor le da a muchos de mis platillos favoritos, la pimienta, tan pequeña y tan potente, pero sobre todo las largas y enormes hojas de las plantas de cardamomo que solo había visto en fotografías y aquí las tendría al alcance de mi mano. Nuestro guía muy orgulloso nos llevo por el lugar explicando con detalle cada una de las zonas donde pudimos observar y hasta probar clavos, café y hasta mi vainilla, y digo mía porque México se la regaló al mundo para llenarlo de su suave y delicado aroma. All Spice, canela y anís estrella, el ambiente se llena de olores entre mezclados de una plata y otra que comparten un mismo espacio.

Un camino donde las hojas crean un arco perfecto por el que nos adentramos a los terrenos delcardamomo, miles de fotos con ellas abrazándonos, la sensación es exquisita, mi guía me lleva por entre las plantas y me enseña una fruta pequeña y verde que crece en la parte más baja de ellas, la abre suavemente y me invita a que pruebe, el fino y distinguido sabor del cardamomo. Elcardamomo no solo da sabor a las comidas, me platica, también es curativa, un té de esta semilla y te sentirás como nueva con tanta comida de la India que haz comido me recomienda, y también si tienes gripa, bronquitis y hasta asma, son muchas sus propiedades, me comenta que es el afrodisiaco de la India y además es estimulante a las sustancias antioxidantes del organismo, toda una maravilla.

Salgo de ahí decidida a llevarme cuantas me sea posible, entro a la tienda que Manoj nuestro maestro y guía del viaje me recomienda y como niña en juguetería o dulcería, comienzo a pedir un kilo de pimienta negra, otro más de verde, blanca, anís estrella, y muchos paquetes de cardamomo, salgo con dos bolsas y mucho peso encima, pero aun tengo un ingrediente más que encontrar, jaggery, también llamado gurt, que como descripción puedo decir se parece a nuestro piloncillo, con el endulzan el té y muchos dulces y platillos en India. Una melaza que se hace de caña de azúcar o de la salvia de la palma, siendo más valioso el que proviene de este último.

Al día siguiente nos toco la aventura de conocer la Periyar Reserva del Tigre, que advierto, no nos enseño ni uno solo, seguro se siguen escondiendo muy bien, a pesar de estar muy protegidos y cuidados, pero tuvimos la suerte de ver muchos otros habitantes de la reserva como elefantes, antílopes y aves, el paseo puede hacerse a pie, en coches todo terreno y en barco por el lago, siendo este último el que nos toco hacer. Les recomiendo mucho llevar binoculares porque aunque algunos se alcanzan a ver muy bien, existen otros que si están muy lejos de la orilla y a menos que traigan un telefoto en su cámara no veo que alcancen a ver mucho. El paseo fue divertido y siempre se disfruta el poder observar las maravillas de la naturaleza de cerca, o lo más posible.

Thekkady y Spice Village me había dando un gran regalo, a mi que soy una amante fiel de la gastronomía, un paraíso lleno de sabores y aromas que he probado innumerables veces en muchos platillos. Si bien hoy el cardamomo y la pimienta se cultiva en América, siendo Guatemala el mayor productor, sus orígenes son justo en esas tierras y la emoción de poder ver el lugar que las vio nacer es mucha.

Un Dosa con sambhar con diferentes tipos de chutney fue el desayuno tradicional que me decía hasta luego y que mi amiga Roxanne Bombat me sugirió (los invito a que la lean en su blog the tiny taster) , y entre risas recordando nuestra locura en la tienda de especias, compartía con ella, que tan bien me entiende, lo feliz que fui en este lugar.